Hoteles en Costa Azul - Francia

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La Costa Azul es un destino lleno de luz y que permite disfrutar de estampas litorales casi cinematográficas y de un clima magnífico. Sus edificios son coloristas y presentan un amplio espectro. Esta zona del litoral galo ha sido siempre refugio de pintores buscando inspiración y de famosos ansiando paz y glamour. Su clima puramente mediterráneo, además, convierte a este destino en una apuesta segura durante prácticamente todo el año. La planta hotelera es abundante y muchos establecimientos cuentan incluso con su tramo de playa privada. Una de las ciudades más recomendables es Antibes, cargada de historia y que alberga Port Vauban, que es la el puerto deportivo más amplio del Viejo Continente, con más de 2.000 puntos de atraque. Cuenta con un Museo Picasso, con un Mercado Provenzal y con una playa muy destacada, la de La Gravette.

Famosa por su festival de cine es Cannes, donde el lujo está en lo cotidiano. Pasear por las calles de la villa es un placer sensorial. Iglesias, librerías, palacios o el mercado cautivarán al turista. También es un lugar idóneo para el turismo náutico y cuenta con playas deliciosas como las de Midi y la de la Boca. Ligada a la industria de los perfumes, la ciudad de Grasse cuenta con un casco histórico recomendable. Además, también tiene una marina deportiva y playas con todos los servicios.

Menton, de exuberante vegetación, cerca de Italia, cuenta con atractivos como su casino, jardines, la necrópolis del Castillo y un casco viejo interesantísimo son algunas de las bazas de esta población que tiene magníficas playas como la del Casino, Menton, Sablettes, Borrigo…

El Principado de Mónaco es otro lugar lleno de lujo y exclusividad con muchas opciones de ocio y esparcimiento. La Plaza de Armas, el Palacio Real o la Catedral son algunos de sus atractivos patrimoniales. Celebra cada año carreras de Fórmula 1 en un trazado urbano y dispone de un conocido Casino, así como de un puerto deportivo completísimo. Su principal playa es la de Larvotto, de arenas blancas y finísimas y aguas azules y tranquilas.

Tampoco hay que perderse Niza, epicentro de la Riviera Gala. Se encuentra cerca de la Provenza y es de enorme belleza. El animado Paseo de los Ingleses y la Ciudad Vieja deben quedar marcados en la agenda de viaje, al igual que el riquísimo patrimonio de la villa, que puede ser disfrutado desde la Torre Bellanda.

También Saint-Tropez destila glamour y lujo. El Puerto Viejo y sus bonitas playas son potentes reclamos. A diferencia del resto de cocina francesa, la de esta comarca es de gran sencillez, basada en las hierbas, el aceite de oliva, el pescado y los productos de la huerta.