Hoteles en Costa Vasco Francesa

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La costa del País Vasco-Francés cuenta es de un encanto indiscutible, con playas de arenas doradas y un mar batido. Es una zona de gran esencia y de corte señorial, con hermosas villas con vistas envidiables. Hendaya es el primer municipio tras pasar a Francia. Tiene una playa de más de 3 kilómetros a la que se puede llegar en barquito desde Hondarribia. Es una playa para todos los públicos, accesible, y que cuenta con un tramo naturista. Su puerto ofrece un bonito paseo. El puerto deportivo de Sokoburu tiene un gran atractivo también. Su entorno es de gran valor, cerca del estuario del río Bidasoa y en la bahía que comparte. El barrio circundante destaca por su arquitectura, conocida como neovasca. En la bahía de San Juan de Luz, hay un precioso fuerte, el de Socoa, que parece presidir un puertecito encantador. San Juan es una villa hermosísima, con una animadísima Rue Gambetta y un paseo marítimo. Es curioso que a muchas casas se accede por puentecitos.

Historia, patrimonio, gastronomía, deportes y compras son algunos de los atractivos locales, sin olvidar su espectacular Gran Playa, que cuenta con 3 diques que la resguardan de la fuerza del mar. Es un lugar para todos los públicos cargado de servicios. Erromardie, Mayarco, Lafiténie y Cénitz son otras playas destacas, algunas de ellas paraísos para los surfistas. También hay playas de muy buena calidad e indicadas para estos deportistas en Guethary. Tiene un pequeño puertecito pesquero y es un lugar muy tranquilo, con buenos restaurantes y gran tradición de pelota vasca.

Biarritz es probablemente la ciudad más atractiva de esta comarca. Es señorial, elegante y tiene un inconfundible aire Belle Epoque. Su oferta hostelera es ingente y uno de los mejores planes puede ser una cena en el Puerto Viejo. El faro, la estampa inequívoca del Hotel du Palais o los acantilados son opciones más que recomendables. Se encuentra a 20 kilómetros de la frontera con España y también permita disfrutas de patrimonio, dos casinos e increíbles playas, muy concurridas por surfistas.

La cocina del País Vasco-Francés tiene atractivos singulares producto de la fusión de ambas tradiciones. Así, se pueden disfrutar de grandes vinos, quesos y panes. Los talos, masas de maíz rellenas de chistorra, beicon o lomo; el axoa, estofado de buey o ternera; el piperade, con mucho pimiento y otras verduras, que es una guarnición habitual; pastel vasco; chipirones; mejillones; morcillas de ternera; xangurro (centollo relleno), o pinchos harán las delicias de los gourmets más exigentes.