Hoteles en Costa Djerba

En Djerba tenemos 6 alojamientos preferidos para ofrecerte. Selecciona tu fecha preferida y reserva tu hotel en las ciudades más visitadas o en tu próximo destino de vacaciones con las mejores ofertas y al mejor precio. Recuerda que reservando en quierohotel puedes modificar o cancelación gratis y sin costes de gestión hasta pocos días antes de entrar en el alojamiento.

La isla de Djerba, en Túnez, constituye un exótico y completo destino en el que descansar, disfrutar de la comida, pasear por calles y zocos de gran simpleza y esencia y aprovechar los increíbles fondos marinos para bucear. La tranquilidad de las aguas invita a la práctica del windsurf, la vela o el esquí acuático. El paisaje de la isla llama la atención a los visitantes, que no suelen esperar tanto verde. Las playas son grandes arenales claros con aguas limpísimas. Los habitantes de Djerba la conocen como la Isla de las 100 Mezquitas. Entre los atractivos turísticos, cabe destacar el Parque Explore, levantado respetando la arquitectura insular en el que hay lagunas con cocodrilos procedentes del Nilo. También cuenta con un museo que repasa muy diversas vertientes artísticas islámicas.

Houmt Souq es la capital de Djerba. Es un centro muy animado y con gran actividad comercial. Sus zocos son fascinantes y el olor a hierbas y especias lo impregna todo. Las calles del entorno adquieren una magia especial por la noche, lejos de la insistencia de los vendedores y del vaivén de turistas. Es una ciudad con una arquitectura muy homogénea, con los típicos edificios blancos. Uno de sus atractivos con los fondouks, tradicionales fondas que cumplían una función comercial y de posada. Muchas devienen ahora en negocios actuales, como teterías, restaurantes, casas privadas o negocios hoteleros. Las mezquitas de la ciudad huyen de la ostentación pero son emblemáticas, dado que en la isla, la filosofía Islam persigue esta sencillez. Quizás la más conocida sea la de Sidi Ibrahim, con un sepulcro del XVII. También es curiosa la presencia de un fuerte castellano y vestigios bizantinos, turcos y hasta hebreos, como la Sinagoga.

Los judíos son minoritarios en la isla, pero constituyen una comunidad asentada durante cientos de años en Djerba, incluso desde antes de Cristo. Tierra adentro, lo ancestral perdura en pueblos y paisajes llenos de algarrobos, olivos, naranjos, palmeras… Son tierras muy productivas, llenas de vegetación y casitas blancas. Fuera de la capital hay otra mezquita muy característica, Cedoukech, ya que es subterránea y tan sólo se pueden apreciar desde la superficie sus cúpulas. La isla se puede recorrer de varias maneras, dado que no tiene pendientes acusadas. También ofrece campos de golf, casinos y discotecas.

La gastronomía local ofrece toda la esencia de la cocina tunecina, con platos como el cuscús, que puede ser de ternera, cordero y hasta pescado. Los tajines son particulares y sabrosísimos. La harissa es una especie de pasta a base de pimiento picante que se utiliza como complemento en muchas elaboraciones. Los postres típicos árabes, tes a la menta y zumos naturales de frutas son excelentes.