Hoteles en Lanzarote

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Lanzarote es una isla con paisajes únicos, algunos parecen proceder de otro planeta y son de gran aridez. El Parque Nacional de Timanfaya apenas está ocupado por la vegetación. Las formas geológicas y las escasas plantas endémicas marcan un paisaje sobrecogedor. Los volcanes más conocidos son la Montaña Rajada, la de Fuego y la Caldera del Corazoncillo. En el restaurante El Diablo, se cocina con el calor que guarda la tierra. La isla no podría comprenderse sin el arquitecto y artista César Manrique, que también da nombre a una Fundación que constituye su mayor centro cultural. Recoge su creación y aportaciones de afamados artistas de su colección, con obras de Picasso, Miró o Chillida. El Museo se encuentra en la antigua casa del artista, construida en una finca de 30.000 metros cuadrados.

Otro de los atractivos señeros de Lanzarote son los Jameos del Agua, un sistema de cuevas de gran interés. Se forman cuando se desploma el techo de túneles volcánicos. Manrique intervino para modificar esta creación natural. Tienen auditorio y piscinas, albergan una especie de cangrejo única, los cangrejos ciegos, de tamaño muy reducido. Los Jameos realizan una labor pedagógica y científica sobre vulcanología. Es un entorno mágico difícil de imaginar con una mera descripción y, desde luego, de belleza original e inigualable.

Otro lugar precioso también vinculado a esos tubos volcánicos que son los jameos es la Cueva Verde. También los volcanes han dado origen a El Golfo, un anfiteatro abierto al Atlántico ocupado por una laguna de color verde. Son las algas las que otorgan el color de esta Reserva Natural y no está permitido bañarse. También Manrique intervino en el Mirador del Río, a casi 500 metros de altura, que ofrece vistas de la isla y la Graciosa. Hay un restaurante excavado en la montaña. El arquitecto creó sobre una cantera restaurada un Jardín de Cactus, con decenas de variedades.

En el interior de Lanzarote, está Teguise, que, en tiempos, fue la capital. Conserva calles de gran sabor, con palacios, conventos, plazas… El Castillo de Guanapay o el Museo del Santo son lugares emblemáticos. La denominada Costa Teguise es la una de las zonas turísticas más conocidas de la isla, con todo tipo de servicios hoteleros, comerciales, de ocio y restauración en torno a las playas.

Lo mismo ocurre en Puerto del Carmen, que suma a su oferta la náutica y la relacionada con actividades como el buceo, el windsurf, la pesca de altura… Los aficionados a la náutica también pueden optar por Puerto Calero.

Entre los productos y recetas, cabe destacar el guiso de pescado conocido como sancocho, las papas con mojo, los quesos, el gofio, vinos…