Hemos pasado una gran semana de vacaciones en el Hotel Fuerte Conil-Costa de la Luz. Lo cierto es que pocos inconvenientes se pueden encontrar, porque pese a estar lleno no se siente sensación de agobio en ningún momento ni siquiera se forma cola a la entrada al restaurante y eso que íbamos en horario español los extranjeros cenan antes y se sientan en el bar a esperar la actuación. La calidad del bufet nos ha parecido muy buena, existiendo gran diversidad de comida y bien preparadas. En el desayuno amplia variedad, incluso zumos de frutas recién exprimidos por una persona dedicada a ello, he valorado mucho esto. Y mucho más personal haciendo huevos, tortitas, etc. Nunca he visto bandejas vacías sin reponer al instante. Las cenas muy bien incluso hubo dos temáticas durante mi estancia la noche de la cocina vasca con bastantes pinchos para elegir, y cena andaluza donde se podían degustar albóndigas de choco, boquerones, choco, salmorejo, etc. Respecto a la habitación sin palabras, amplia y cómoda, los colchones increíblemente cómodos, con una gran televisión LED de 40 pulgadas y todos los canales inimaginables. Las piscinas estaban muy bien aunque hemos echado mucho en falta un par de toboganes como en el Fuerte El Rompido. La piscina climatizada estaba un poco fría para mi gusto, estaba entre 27º y 28º las veces que fui. Al ser dos edificios nos movíamos mucho entre los dos para disfrutar de la oferta de animación de ambos, ya que la animación infantil y el forticlub está en un edificio y nosotros estábamos alojados en el otro, pero están juntos y es un paseíto agradable. Nuestra hija de 5 años gozó plenamente de la animación del forticlub. Cada noche iba a la fortidisco y varias noches acudió a la forticena junto a otros niños. Estaba encantada y además participó en los dos shows de Aladdin y Frozen. Respecto a la playa es impresionante y no se hace pesado bajar. Se puede elegir bajar por las escaleras desde el edificio Fuerte Conil o por las pasarelas de madera del edificio Costa de la Luz. Lo más destacable del hotel es el personal, muy atento y servicial. Camareros, jardineros, botones, etc, siempre saludan atentamente a los clientes. Conil está a unos 10 minutos aunque ese paseo sí se me hacía árido y pesado. Por poner una pega, era difícil encontrar tumbonas no reservadas por toallas pese a no haber gente en ellas, pero eso es problema de educación de la gente. Recomiendo comer en el Restaurante La Fontanilla, justo en la bajada del edificio Costa de La Luz, está todo delicioso aunque más caro que en el pueblo. Comer en el hotel fuera del régimen de media pensión resulta caro. Se aparca fácilmente en un aparcamiento gratuito junto al edificio Costa de la Luz. En resumidas cuentas, un hotel que merece la pena, la semana se pasó volando y se nos ha quedado un grato recuerdo a toda la familia.
Estancia en el hotel: 31/08/2015