Todo extraordinario. El emplazamiento, el personal, las instalaciones. Ninguna pega. si acaso, que no está asfaltada toda la carretera. Hay un tramo de piedras, pero no es culpa del hotel.

Recomiendo a todo el mundo la experiencia de dormir en un castillo. No es difícil llegar como había leído antes de ir ya que desde la entrada del pueblo se ve claramente el desvío a través de un camino que te guía al mismo. La piscina haciendo buen tiempo es un plus porque relaja muchísimo bañarse con esas vistas. Muy buen trato del personal Como inconveniente pondría que la botella de vino que dan como obsequio estaba picada ya, se trata de un buen vino pero que debía haberse consumido en el 2010 o así como muy tarde, por eso ahora la regalan....

Los servicios y el desayuno no eran ni de cinco ,ni de cuatro, ni de dos estrellas. Pésimo: ni variedad, ni calidad ej madalena enmohecida cuando había madalenas y pan no fresco y para de contar, no volvimos a desayunar a pesar de tenerlo pagado.