Pagas por lo que tienes, no hay mas. La comida no es muy variada, pero esta decente, no huele mal, todo lo contrario ,esta bastante bien hecha y gustosa. No hay animación, ni diurna ni nocturna. Quizas una de las pegas sean las instalaciones. Son antiguas, por no decir viejas. Calella es preciosa, y la ubicación del hotel es ideal, lo suficientemente lejos del ruido, y lo suficientemente cerca de todo. Nosotros volveriamos por la relación calidad precio. Espero que os sirva.
Estancia en el hotel: Agosto 2018