Vergonzoso es la palabra con la que puedo calificar este hotel, vamos que no vuelvo a no ser que mejore muy mucho ya que yo fui en el 2008 y no es ni su sombra. 1. La limpieza deja mucho que desear tanto en las habitaciones como en las zonas comunes, daba pena y sinceramente daba asco andar por el suelo de la piscina. En la piscina las hamacas y sombrillas rotas, solo había sillas para sentarte y encima a las 11 de la mañana se ponían a hacer el mantenimiento de la misma cerrando la puerta y no pudiendo entrar sino quieres ir a la playa, cuando eso se tiene que hacer a primera hora de la mañana. 2. La comida daba asco literalmente de baja calidad, todos productos de marcas blancas pero malos, el café y el zumo asqueroso, la comida con mucha grasa, mucho fritos y rebozados. Yo que iba con un hijo de 2 años que gracias a dios no es muy asqueroso para comer ha comido algo pero si vas con un niño con problemas de alimentación mejor irte fuera del hotel. Nosotros varias noches nos tuvimos que ir fuera para poder comer algo en condiciones. Para resumir un hotel que no recomiendo a nadie, porque te amarga las vacaciones, te cobran mucho para lo que te ofrecen ya que el dueño lo tiene para sacar dinero y engañar a los clientes. Lo único que se salva es el personal del hotel que eran muy simpáticos y agradables y que los tenían explotados al máximo y que Miramar es un sitio estupendo con una playa maravillosa.
Estancia en el hotel: Agosto 2014