Las Instalaciones son buenas, los profesionales excelentes pero faltan, no es de recibo que tengan a un camarero para servir las cenas y las copas en la cafeteria-bar y por ello, no tengan habilitado un salón para cenar debiendo los clientes, en este caso nosotros optar por la terraza o las mesas de la cafeteria, lo que produce falta de intimidad una situación un tanto incomoda. Cuando llegamos nos llevamos la desagradable sorpresa de que el aire acondicionado de la habitación no funcionaba y por tanto, aquello era un horno, estuvieron arreglandolo, con la molestia de no poder instalarnos,después de casi dos horas y tras comprobar que el aire no arrancaba en condiciones , nos cambiaron de habitación, situación que no debía haberse dado, entiendo en un hotel de esas caracterísiticas. En fin en mi opinión desde luego deberían invertir en personal, se nota falta, además las instalaciones de spa y piscina no están bien cuidadas, pudiendo ser uno de sus puntos a explotar por la situación donde las tienen en la terraza con unas vistas fantasticas, pero el jacuzzi es excesivamente pequeño y la piscina ademas de pequeña, cuirosamente el agua está helada con lo que es impracticable y el spa interior estaba vacio. Lo positivo desde luego ha sido el excelente trato de los profesionales, que pese al agobio que tenían de atender varias cosas a la vez estaban intachables y la calidad de la comida que si ha sido muy buena. Atentamente. Raquel.
Estancia en el hotel: Septiembre 2010