El hotel esta en general muy bien, tanto en las instalaciones como en su ubicación en Tavira. La habitación y el baño estaban muy limpios y eran bastante amplios. Recomiendo las habitaciones que dan a la piscina, ya que son menos ruidosas y las vistas fuera del hotel son muy normaluchas....en cambio la piscina iluminada por la noche es muy bonita. Está muy cerca del embarcadero para la isla de Tavira, pero los horarios son cada hora y al ir no hay problema, pero en temporada alta para la vuelta hay que esperar grandes colas....el último para volver al hotel es a las 20:30 y casi nos quedamos en tierra el barco-taxi cuesta 15 euros y se puede llamar por móvil. Al embarcadero de la zona de 4 aguas pasan cada 20 minutos, pero la cola es aun mayor pasaron 6 barcos a esta zona por cada 1 a la del embarcadero de centro de Tavira donde está el hotel. La calle de enfrente del hotel desemboca en una plaza donde hay supermercados y un Restaurante italiano llamado Mamma mía con pizzas y pastas increibles y muy buen precio. Evitar los restaurantes del embarcadero a la isla de Tavira porque te clavan un dineral y se come bastante regular al sentarte te ponen sin tu pedirlo una cestita con pan y unos pates de sardina y nos clavaron casi 6 euros, el pescado el más barato son 15 euros y estaba frio, salado y muy regular...... El personal del hotel no es el orgullo de la huerta y aunque no fueron excesivamente bordes, tampoco se desviven mucho por el cliente. Cuidado con los mosquitos!!! Al estar al lado de la ría está plagado!! el hotel no tiene ningún spray para dejarte como en la mayoría de los hoteles y sospechosamente lo venden en la tienda que tienen en recepción a un precio bastante alarmante....llevaros uno o comprarlo en el supermercado del pueblo. En general pasamos una estancia muy tranquila y agradable y si volviéramos sería muy buna opción.
Estancia en el hotel: Agosto 2009