El ambiente ha sido muy acojedor. No nos ha faltado de nada empezando por la cálida bienvenida que nos ha dado la familia que trabaja en el hotel, buena calefacción, desayuno abundante, el apartamento muy limpio, el hotel situado muy bien por un lado los demás regiones de Andorra y por el otro la frontera de Francia a unos 12 km. Muy cerca a las pistas de ski. Las vistas impresionantes desde la ventana se ve la montaña y las pistas de ski. Es como en un cuento. Lo tenemos decidido siempre cuando tenemos días libres ir al mismo hotel no sólamente por su situación sino por la familia que lo mantiene por su trato personal y la atención que presta a todos sus invitados. Hemos vuelto a Valencia muy muy contentos, relajados y con excelentes recuerdos para toda la vida.
Estancia en el hotel: Octubre 2009