Claro caso de que las apariencias engañan...Mal comienzo con media hora de espera para la entrega de llave, ya que la habitación no estaba preparada. Dormitorio pequeño por no decir claustrofóbico. Habitación 217. Durante toda la noche sentimos un ruido vibrante, llegamos a pensar que había un movil en modo vibración perdido por el dormitorio. Las baldas del armario del mini bar seria oportuno pasar un paño de vez en cuando para no acumular pelusas de polvo. El desayuno correcto si te conformas con un café y algo de bollería industrial. Pero yo después de haber pagado casi 100€ la noche con desayuno, esperaba productos de calidad. Tortilla francesa insípida y sin una pizca de sal. Chorizo cocinado como comer plástico. Los embutidos Jamón serrano, chorizo, lomo... de la marca mas barata del mercado. Comedor pequeño para el volumen de clientes hospedados este fin de semana. Colas en la única maquina de café, gente purruleando por el comedor en busca de una mesa. Poca profesionalidad en general.
Estancia en el hotel: Octubre 2015