Hicimos la reserva de una habitación doble standar. Íbamos dos personas-matrimonio. Al llegar al hotel nos habían asignado una habitación triple con tres camas individuales separadas por metro en línea. La primera respuesta de la recepcionista es que habríamos reservado eso. Fuimos a buscar copia de la reserva en la que constaba una habitación doble. Nos fuimos a dar un paseo, y volvimos una hora mas tarde y nos asigno una habitación doble.

El lugar es tranquilo y la construcción del hotel está muy cuidada conservando la estructura del antiguo convento. La cama es muy cómoda y el baño muy bien distribuido.

Tranquilo, bonito, buen ambiente, buena gente, un lugar perfecto para el relax.