Nos dieron una habitación muy mala. Era un bajo, que daba a la piscina. Imposible dormir con niños en el salón. Además de ser muy pequeño, entraba muchísima luz de la calle, porque la puerta era de cristal, y además tenía parte de la pared de paves de cristal. Y en la cocina no pudimos ni abrir un paquete de galletas porque había una plaga de hormigas y no nos apetecía que vineran más. No hacen ni las camas, y para los niños no te dejan sábanas de sobra para hacerles la cama en el salón, así que tienes que estar yendo a pedir las toallas, sábanas...
Estancia en el hotel: Octubre 2009