Si volvemos a tener ocasión, NO VOLVEREMOS. Es una pena porque realmente el hostal está bien y el pueblo es muy bonito. Pero las habitaciones tienen una falta de higiene importante. A parte de cuando entras en ellas huele a un ambientador extremadamente fuerte para nuestro gusto. Las paredes son como de papel, porque escuchas respirar al vecino. Los baños MUY SUCIOS, lavabos con restos de pelos de afeitados de otros pasta de dientes en la pared salpicada de inquilinos anteriores, retretes y lavabos llenos de moho y armarios completamente negros de humedades, a parte de encontrar ropa de otras personas anteriores dentro olvidadas. Las sábanas estaban sucias y la calefacción no iba. EN DEFINITIVA UNA ABSOLUTA FALTA DE LIMPIEZA. Y a todo ello le sumamos, la mala imagen que da a nuestra llegada el entrar por la puerta de la cafetería del hotel, que era la recepción y estar llena de hombres fumando porros de marihuana. Con la peste y mala imagen que ello causa. Hablamos desde la experiencia de haber alquilado tres habitaciones, 5 adultos y un niño. Nos hemos quedado dos noches porque habíamos pagado ya todo. Porque sin duda desde nuestra llegada nos hubiéramos ido. Y es una pena porque es un hotel con instalaciones y ubicación perfectas como para sacarle partido y prestar un mejor servicio. Una pena, repito.