Los apartamentos están muy bien equipados y muy bien cuidados. Silenciosos y a tan solo 600 metros del telecabina de Soldeu, aunque andando con todo el equipo es mejor coger el coche y acercarse a el Tarter y Grau Roig que tienen parking gratuíto. El único pero que pondría sería la comodidad de la cama y el sofá, ambos bastante incómodos. Si falta alguna cosa en el apartamento solo hay que pedirlo en la recepción y lo sustituyen en el acto.
Estancia en el hotel: Marzo 2013