Buen hotel. Las vistas bonitas, al lado del castillo de Altafulla. Nuestra habitación era espaciosa, justo colindante al castillo en el segundo piso de la parte antigua. La cama era king size, de colchón único no eran dos camas individuales juntadas. El baño muy satisfactorio con una bañera bastante amplia. La cena en Bruixes de Burriac incluida en el pack romántico valía mucho la pena. El servicio amable y eficiente.
Estancia en el hotel: Febrero 2017