Buen hotel y situación inmejorable, justo al lado del ayuntamiento. Trato amable de los trabajadores pero un poco despistados. En cuanto a la habitación pequeña pero cómoda, lo peor el color de las paredes, rojas con lámparas con luz roja también.... daba una sensación de ser otra cosa. La sala de desayunos justo al lado de la habitación, por lo que a la mañana siguiente un poco ruidosa. Lo mejor el cuarto de baño, grande y espacioso.
Estancia en el hotel: Diciembre 2014