Empiezo por el final. Llegamos para una semana y a las dos horas estábamos pensando marcharnos. Desayunos aceptables, sin calidad. Comidas y cenas muy poco variadas y de muy escasa calidad, preparación y presentación. Habitación aceptable, descontando un minitelevisor de la 2ª gran guerra baño podría corresponder a una humilde casa de 1960. Ascensor ruidoso. Nula seguridad en puerta habitación solo pomo de resbalón. Wifi en zona común e incómoda y pequeña y pegada a recepción y por tanto bien expuesto. El acceso al hotel, parecido al de un garaje semiabandonado. Lo mejor la oportunidad de pedir nuestra opinión, la cercanía a la playa y el trato de parte del personal. Sentimos mucho expresarnos de este modo, pero es porque hemos tenido que vivirlo.
Estancia en el hotel: Julio 2012