El hotel es superbonito, tiene muchísimo encanto, tipo casa rural. Solamente pasamos una noche allí, es cierto que los ruidos del pasillo se oyen bastante pero nada traumático, se puede dormir. Es verdad que lo que hace q no salgas del hotel con una sonrisa puesta es que los recepcionistas no son muy simpáticos, ha excepción de uno de ellos, un hombre con edad avanzada, que estaba en el turno de tarde que por lo menos se digno a decirnos que tal nos iba, fue muy agradable. El restaurante no podemos valorarlo ya que no hicimos ninguna comida allí, ni siquiera lo vimos. En cuanto a la localización es muy centrico, espectacular, esta genial para ir a visitar la ciudad, aunque es cierto que no puedes llegar a la puerta del hotel con el coche, tienes que ir con las maletas desde donde dejas el coche hasta el hotel, pero nosotras no tuvimos problema ya que ibamos solo para el fin de semana, por lo que llevabamos unas maletas pequeñas y que tienen ruedas!!! oP. Mi experiencia fue muy buena, es tan bonito y las habitaciones tan acogedoras que el resto tampoco importa tanto, quizas la experiencia más negativa despues de lo dicho, es el personal que debería de tener un poquito más de alegria ya que trabajan cara al público, no quiero decír q no hagan su trabajo, si no que podían ser un pokito más simpáticos.
Estancia en el hotel: Enero 2010