Me tocó una habitación sin reformar y tenía un cuarto de baño que a cualquiera le daría miedo, la bañera inicialmente sería azul a juego con los azulejos de la PreGuerra. No sé a quién se le había ocurrido pintar la bañera de blanco, ya que como está totalmente cascarillada, esta queda horrible. A la habitación le hacia falta una mano de pintura. Las vistas a un patinillo sucio y repleto de máquinas de aire acondicionado. A favor el sitio que estaba a un paso de la zona del tubo y del pilar, también tiene un televisor de pantalla plana y las sábanas limpias la colcha también es del cuentame, el trato del personal de recepción fue muy bueno. El desayuno tenía bastante variedad de bollería. Ahora lo que si es verdad, que lo que uno obtiene es lo que uno paga. El precio del 20 al 23 de enero habitación simple 87€ que se quiere más. Yo que no soy escrupuloso VOLVERÍA.
Estancia en el hotel: Enero 2016