Lo cierto es que el hotel y sus instalaciones dejan mucho que desear. Son antiguas y la mayoría no funcionan. En los 19 días que hemos estado se ha estropeado 5 veces el funicular, por lo que casi no lo hemos podido utilizar, con lo que supone de molestias para huéspedes como nosotros, que estábamos alojados en la sexta planta, pero además está viejo y se hace insoportable su uso, ya que no tiene ventilación y con el calor es como estar en un horno. Lo del trenecito que tanto se anuncia como atracción y que además sirve como transporte dentro del enorme complejo hotelero, pues no ha funcionado ni un solo día en los 19 que hemos estado. Más cosas: si bien la comida era aceptable y variada, la cantidad de moscas en el comedor, posándose sobre la comida constantemente, pues no es lo más apetecible de este mundo cada dios por tres tenías que estar dando manotazos a diestro y siniestro para que no se te posaran en la comida. Creo que se puede hacer algo para evitar esto y en cualquier caso, creo que hasta puede ser considerado insalubre e incluso sancionable a efecto de control sanitario... Además, los jardines están descuidados y eso afea el complejo. Creo que los responsables del hotel tendrían que fijarse en algunos hoteles vecinos como Jandía Faro ó Barceló. Si bien estos hoteles son de 4 estrellas aunque en el complejo de Dunas también hay 4 estrellas, no creo que por el hecho de ser tres estrellas tenga que tener una jardinería descuidada...En definitiva, no creo que vuelva a contratar nunca más en un hotel de la cadena Dunas, porque considero que sacrifican CALIDAD y tampoco los precios son una ganga. En cualquier caso, no creo que ofrecer un precio atractivo justifique unas instalaciones descuidadas. Sí es plausible la atención y amabilidad del todo el personal.
Estancia en el hotel: Agosto 2009