Un hotel un tanto despreciable. El servicio de habitaciones pésimo. Llegamos a la habitación y la mesita de noche estaba llena de polvo. El interior de la cama estaba llena de migajas de pan o algo parecido. La ducha era del tamaño de un ataúd. La calefacción no funcionaba y encima en recepción te ponían la excusa de que es automática. No nos dieron mando de la televisión, y para cuando conseguí uno, no funcionaba. Para cuando pude encender la televisión manualmente, cual fue mi sorpresa, de que no se veía ningún canal. Las paredes de las habitaciones eran más finas que el papel de fumar. Estábamos hablando muy bajito y nos llamaron 2 veces de recepción para que hiciéramos menos ruido. Un hotel que sólo es para lo que es. Dormir.
Estancia en el hotel: Diciembre 2018