Hotel con una ubicación perfecta, personal del hotel muy agradable y correcto, destacando al jefe de comedor Luis carlos y a la recepcionista Alexssadra. Había solicitado una habitación en las plantas altas y con vistas al mar, y al llegar nos dieron una en la planta primera y con media vista la mar, aunque nos ofrecieron cambiarla en cuanto quedara alguna libre o, pagando la diferencia a otras de mas categoría, es lo que hicimos aunque la habitación era prácticamente igual, aunque en la planta tercera. Comida muy floja y muy reciclada, bebidas correctas. Habitación amplia aunque necesitan una buena renovación y un buen mantenimiento, muchos desconchados i roturas que dan sensación de abandono. Según la orientación y si tiene uno el sueño ligero no podrás dormir, puesto que, se oye la música de los bares y discotecas cercanos, así como las personas que frecuentan esos establecimientos, esos ruidos se oyen hasta primera hora de la mañana. Animación algunos días muy floja. Instalaciones generales del hotel bien. El spa muy bien y tranquilo. Para terminar diré que lo mejor con diferencia es el personal y la ubicación.
Estancia en el hotel: Agosto 2018