El hotel tiene buena ubicación, céntrico y bien comunicado, pero sus instalaciones son viejas, sobre todo los ascensores que un par de ocasiones dejo de funcionar, la estancia también vieja, el baño viejo y muy pequeño, las camareras de piso muy amables y eficientes, los recepcionistas bastante mal educados, al preguntarles algo, te ignoran sistematicamente, exceptuando uno que fue muy amable y lamentablemente no se su nombre, el servicio de desayuno un poco pobre, aunque los chicos que te atienden son amables, el restaurante adosado malo, sucio y muy caro y el personal deja que desear, sobre todo el calvo de bigote. Resumen, no vuelvo a este hotel.
Estancia en el hotel: Diciembre 2010