La mejor definición para este hotel es que es muy confortable. La habitación que nos dieron estaba en el Edificio Lacy, era amplia, moderna, insonorizada, con una ducha hidromasaje y el wc en un cuartito aparte. Tenía un pequeño frigorífico, que a diferencia de lo que ocurre en otros hoteles, no generaba el menor ruído. Los conductos del aire tampoco suponían ninguna molestia, pues el silencio dentro de la habitación era absoluto. Eso sí, las puertas de entrada pesaban mucho y sí se escuchaba los portazos de los inquilinos de las habitaciones contiguas. Lo mejor, sin duda, eran las camas, comodísimas, no sólo por los colchones, sino por las sábanas y almohadas. En cuanto a la ubicación, está muy cerca de la estación de Atocha y si bien se encuentra algo más alejado, que tan poco mucho, de la plaza Mayor, Sol y Gran Vía, está muy cerca de Lavapiés, el Rastro y de la zona de Puerta Toledo.
Estancia en el hotel: Mayo 2015