El lugar nos ha parecido realmente maravilloso. Las calidades de lujo, la tranquilidad, el entorno y el servicio merecen sobresaliente. Hemos viajado con dos niños y las villas ofrecen una independencia extraordinaria por el espacio del que disponen. Además, nos alojaron en una de las villas con vistas a la ría y al puerto, con lo que las vistas eran espectaculares tanto de noche como de día. Volveremos.
Estancia en el hotel: Abril 2010