Reservando con tiempo lo conseguimos muy bien de precio. Estuvimos mi marido y yo con nuestra niña de dos años en una habitación triple. Lo único que echamos en falta fue que tuviera balcón y nevera, pero aun así la habitación era bastante amplia y cómoda. El baño estaba separado de la habitación por otra pequeña salita que tenía un armario a modo de vestidor. Todo estaba muy limpio. La cama algo dura. Estuvimos en pensión completa y la verdad que había bastante variedad de comidas, algunas se veía que caseras las otras precocinadas, pero siempre variedad todos los días. El personal muy atento y amable. El hotel por fuera de las habitaciones es muy bonito y laberíntico, parece un patio andaluz. La piscina es un poco pequeña. En cinco minutos andando llegas a la playa nosotros teniendo en cuenta que íbamos con una niña de dos años y medio andando. El parking del hotel no es el que está justo al lado de la puerta, tenedlo en cuenta para que comuniquéis que vais a coger el parking antes de entrar porque nosotros tuvimos que pagar por salir y volver a entrar por la confusión.
Estancia en el hotel: Septiembre 2018