Hotel encantador con una magnífica ubicación. Habitación 204, la del balconcillo central sobre la entrada al hotel. El Baño pequeño aunque con todo y suficiente. Coqueto comedor de desayunos en el sótano con lo básico para desayunar fruta, bollería pan, algo de fiambre.... Encantador patio interior en el centro de la casa que invita a ser fotografiado para el recuerdo. En la recepción, personal servicial nos consiguieron las entradas para el espectáculo ecuestre. En resumen, magnifica estancia, todo realmente maravilloso, una ciudad que fascina y que te invita a regresar. Lo haremos.
Estancia en el hotel: Agosto 2014