UN ACIERTO EN TODOS LOS SENTIDOS. Reservamos este alojamiento por las buenas opiniones encontradas. Antes de decidirnos, estuve dudando por la ubicación, pero ahora he de decir que ha sido un acierto. Este hotel parece un cortijo andaluz, ubicado a 2,5 km de la ciudad de Cáceres. Su ubicación te permite desplazarte a otros lugares con muchas más comodidad que si estuvieses alojado en el centro de Cáceres. Además he de decir que los 2 días que fuimos a visitarla no tuvimos problema con el aparcamiento, nos resultó fácil aparcar el coche cerca del centro y de forma gratuíta. Desde el hotel visitamos Malpartida de Cáceres que fue nombrado en 1997 pueblo europeo de la cigüeña, el monumento natural de los Barruecos, el puente y el pueblo de Alcántara, Plasencia y Trujillo. Por eso afirmo que nada mejor que parar en este hotel sino solo se desea conocer Cáceres. La habitación estaba ubicada en la 2ª planta y se encontraba esquinada lo que te daba más tranquilidad y silencio todavía. Entrabas en una especie de recibidor al cual le seguía un pasillo donde se encontraba el armario empotrado y enfrente el baño, muy espacioso. Y al final del todo estaba el dormitorio el cual disponía de minibar, y de una tetera para hacerte infusiones, manzanilla, té y poleo menta. El suelo era de parqué con alfombras alrededor de las camas, las cuales eran muy, muy cómodas. Las vistas daban a una azotea y si entreveía el paisaje preciso de las afueras de Cáceres. Wifi gratuíto. El personal amabilísimo. Con el alojamiento se podía disfrutar de un circuito de spa, lo que no nos fue posible ya que elegimos conocer la zona. Parking gratuíto si aparcas el coche en la zona no cubierta.
Estancia en el hotel: Diciembre 2016