A pesar de que el tiempo no nos ha acompañado demasiado, el personal del Hotel ha sido encantador. Alfonso es genial y ha puesto todo de su parte para hacernos la estancia más cómoda. Desde que entramos nos dió a elegir incluso la habitación. La cogimos sin vecinos y con vistas al precioso castillo de Peñíscola. Está al lado de TODO, al lado del pueblo, pegado a la arena de la playa, al lado de la disco, de los bares más chulos para picar algo y del mercadillo semanal. Está claro que no es un lujo, porque solo tiene dos estrellas, pero está limpio, se come bien y te sientes como en casa, ¿qué más se puede pedir?. Además, nos ponían a Julio Iglesias en el desayundo y comidas...TODO UN LUJO.
Estancia en el hotel: Mayo 2013