En cuanto llegamos comentamos la suciedad de los cristales en tono ironico sin hacer mas hincapié. En recepción nos indican el apartamento donde nos alojaremos y el comedor, donde teniamos un plato con comida ya que nuestra llegada fue sobre la una de la madrugada, lo agradecimos. Al día siguiente, sin todavía no sufrir el maltrato de los colchones, vimos que la equipación del apartamento era completo, un salón cocina con todos los utiles, cuarto de baño y dormitorio amplios. Nos alojamos con TI, el buffet desde el primer desayuno no nos ha parecido de un 4*, horarios para extranjeros, sobre todo la cena hasta las 21:30h puntuales en todos sus horarios recogiendo la comida aunque el comedor este lleno. Vasos de plástico en las comidas sin apenas copas de cristal, poca variedad de comida y tienes que esperar aunque no haya cola a que te pongan en la plancha algo atún, mas atún, cerdo y mas cerdo La animación del hotel nula, para nosotros no es que nos importe pero ves a padres con niños que si creo que deberían tener en cuenta. El personal super escaso, los camareros del bar tienes que a su vez cubrir el comedor, ellos hacen lo que pueden. Lo más limpio de todo, el bar que ya es decir, las toallas las cambian cada tres o cuatro días, que si tienes en cuenta que ya no huelen bien de primeras y es un lugar para relajarte e ir a la playa-piscina se suelen utilizar mas de una vez al dia, imaginar. Desconozco el protocolo para poner estrellas pero he estado en otros hoteles y a este creo que le sobran. En mi modesta opinión supongo que en gran parte se resolvería con más personal, ya que los que estan hacen milagros, exceptuando la animación que insisto en que no existe. ¿Si volvería al apartahotel? Si por un precio razonable, sobre todo por la situación, a diez minutos a pie de Playa Dorada.
Estancia en el hotel: Octubre 2015