Está a media distancia entre la Macarena y el centro, pero hay una alameda con gran ambiente de bares, gente, etc a dos pasos del hotel, aunque las habitaciones son tranquilas. El personal es amabilísimo, ah! y no olviden visitar la cafetería del hotel en la terraza, está de lujo. Volveré en cuanto regrese a Sevilla.
Estancia en el hotel: Octubre 2014