En general nuestra estancia en el Hotel Bahía Calpe ha sido muy satisfactoria más teniendo en cuenta que siendo fin de temporada segunda quincena de Septiembre, o sea temporada baja, en el hotel reinaba un silencio y tranquilidad muy palpable alejado del alboroto habitual de los meses de Julio y Agosto dels petits enfants o de los ya conocidos temibles y temidos hooligans del alcohol. Por parte del personal del hotel lo habitual en ellos, amabilidad y colaboración, por lo que ningún tipo de problemas, las instalaciones del hotel prácticamente nuevas y el buffet-libre aunque muy monótono pero suficiente, no hubo ningún ademán en ningún día de algún producto selecto marisco ni comida especial, como caso anecdótico el único día que sacaron langostinos cocidos estos dejaban mucho que desear en cuanto a su frescura. Y luego, respecto a la ubicación del hotel, digno de destacar y referencia para quien esté interesado, se ubica en la calle paralela a la del centro de Calpe, Gabriel miró, por lo que el tema del aparcamiento se llama zona azul o pagar en el hotel, y para bajar a la playa aún estando cerca de ella son entre 36-45 escalones los que te dan acceso a ella. El ambiente en el hotel al igual que en la ciudad era como si hubiera pasado un tornado y lo que queda después de ello.
Estancia en el hotel: Septiembre 2014