La situación del hotel es muy buena, en frente del lago martianez, las vistas desde la habitación donde nos alojamos eran extraordinarias. El restaurante tenía poca variedad pero de calidad. Todo parecía positivo hasta que nos encontramos una cucaracha en el baño. Al llamar a recepción vinieron rápidamente con un insecticida pero la cucaracha logró escapar por una ranura cerca de la bañera. A la mañana siguiente apareció muerta. Fue una experiencia bastante desagradable. El edificio es antiguo y por lo que se ve necesita una desinfección. Aún así, al salir nos aseguraron que esa habitación no iba a volver a ser ocupada hasta que fuese desinfectada.
Estancia en el hotel: Julio 2020