El hotel ubicado en zona tranquila, fuera de los ruidos de la calle. Mobiliario antiguo y almohadas algo incomodas para nuestro gusto a parte de las sabanas amarillentas. El baño pequeño, no podías abrir la puerta porque chocaba contra el lavabo. La puerta de la habitación poco segura, ya que el sistema de cierre es simplemente un pestillo. Se oye todo, las conversaciones de los de la habitación de al lado y hasta cuando usan su baño. El desayuno muy muy escaso, nosotros lo pagamos y solamente desayunamos en el hotel el primer día. Ponen un sobao, galletas y dos rodajitas de pan de molde a modo de tostadas. El precio es acorde a la ubicación pues puedes ir andando al resto del pueblo, y relativamente a la playa aunque son como unos tres cuartos de hora. En relación con calidad se queda escaso.
Estancia en el hotel: Agosto 2013