Un hotel justo para lo que está diseñado dormir en Madrid. Sin apenas servicios excepto gimnasio, un caro bar 6€ beefeater y 4€ tonica y un caro restaurante de desayuno buffet yo lo volvería a pillar si está rondado los 60,70€ noche. En verano tiene un problema no tienen previsión y tras dar, durante todo el día, el calor en las habitaciones, cuando llegas a descansar tienes que encender el aire acondicionado y tarda entre 1 hora y hora y media en atemperar la habitación. Elegid las habitaciones superiores, que dan a la parte de atrás si quereis descansar, pero no hay persianas y el foscurit es insuficiente si quieres levantarte tarde. Minibar con un sobreprecio bastante elevado, salas de reuniones muy correctas y funcionales, el aspersor de la terraza no es solución en un día de máximo calor madrileño. Baño amplio y lencería muy correcta. Muchos amenities en el baño. Parada de taxi en la puerta y un paseito pequeño de 10 minutos desde la estación de Atocha. Muy buena localización, barrio tranquilo.
Estancia en el hotel: Julio 2015