Buenos camareros, pero a partir del día 1 de septiembre recortan mucho en personal. La comida bastante escasa y repetitiva, basada sobre todo en ensaladas. Se les acabaron las aceitunas y no volvieron a reponerlas. Poca comida casera, mucho congelado. Es un hotel que ahorra costes en la comida que ofrece a sus clientes. Instalaciones correctas. Lugar residencial muy tranquilo. La cercanía a la playa es de mas de 300 m y además es una cuesta.
Estancia en el hotel: Agosto 2013